Jaylen Brown es una de las caras visibles del movimiento Black Lives Matter en la NBA | Alejandro Gaitán
Jaylen Brown es una de las caras visibles del movimiento Black Lives Matter en la NBA | Alejandro Gaitán

La semana pasada se filtraban los nombres que la NBA va a permitir usar a sus jugadores en la camiseta en lugar del habitual y monótono apellido que visten cada temporada. La liga se comprometió con la lucha racial, la NBPA apretó mucho y la lista… bueno, la lista es bastante pobre. No lo digo yo, lo han dicho Jaylen Brown o Mike Scott. Se decidió no usar el nombre de las víctimas —por miedo a olvidar alguna— pero se llegó a un acuerdo. 

Desde los lógicos, como Black Lives Matter, I Can’t Breathe o Justice Now hasta mensajes como Education Reform, Group Economics, Mentor o Ally. Los hay para todos, incluso para los que en ningún momento durante la revolución popular se pronunciaron públicamente. Algunos optarán por no usar ninguno de esos mensajes y no utilizar la burbuja para lanzar un mensaje de concienciación. Pero la duda para mí es otra.

¿Quiere la NBA apoderarse del mensaje que están mandando sus jugadores? ¿Quiere Adam Silver que parezca que es la liga quien ha liderado las protestas y los actos donde jugadores y entrenadores se han visto involucrados? 

Puede ser que lo esté intentando y Disney suena como el momento perfecto para hacerlo. Podría ser peor, podría ser la NFL o la NHL, donde el mensaje es nulo o inexistente, o podrían haber sogas en los vestuarios como pasa en la Nascar. Pero tampoco permitamos que Adam Silver se quede con un proyecto que jugadores, entrenadores o general managers han lanzado de manera privada y propia, la mayoría sin el apoyo de la liga. Sí, la NBA es la plataforma, pero el contenido es creado por individuales. 

Adam Silver durante el último All Star
Adam Silver durante el último All Star.

¿Qué podría hacer Adam Silver por la comunidad afroamericana? Bueno, en una liga donde +74% de los jugadores son afroamericanos, intentar que las cifras del resto de departamentos fuera altas sería un inicio. Contratar gente negra, fomentar el desarrollo de la comunidad. Por ejemplo, la primera temporada completa de Adam Silver como comisionado (2014/15) había un 18% de trabajadores en las oficinas de la NBA afroamericanos. En la última temporada, la cifra ha bajado a un 15.9%.

Las cifras son del Racial and Gender Report, recogido por TIDES, y muestran que la NBA tiene buena nota en diversidad racial y de genero en comparación con otras grandes ligas americanas — sin sorpresas — pero que la evolución en los últimos años no es la mejor. La NBA no vetó de volver a jugar a una de sus estrellas como pasó con Kaepernick (sí a Craig Hodges) o tiene un sistema de ligas menores que roza la explotación, en muchos casos de jóvenes centro-americanos, como hace la MLB, por lo que sí parece un resultado positivo. Pero con varios asteriscos.

De arriba a abajo. A día de hoy sigue habiendo solo un dueño negro, Michael Jordan. Es cierto que también aparecen los nombres de Vivek Ranadive (Kings), Joseph Tsai (Nets) y Marc Lasry (Bucks) en la lista, pero no es lo que estamos buscando. Un solo dueño de color, el segundo en la historia tras Robert Johnson, quien compró a los Bobcats en 2004. En este sector, dueños mayoritarios blancos representan un 91.4% al inicio de la temporada anterior, siendo cuatro de ellas mujeres (cifra más alta en la historia de la NBA). 

Por otro lado, la NBA sigue vendiendo la salida de Donald Sterling como un gran éxito contra el racismo, a finales del curso 2014. Al ex-dueño de los Clippers se le prohibió volver a acceder a un recinto NBA, se le multó con 2.5 millones de dólares y se le obligó a vender el equipo… por el que ingresó 2000 millones de dólares. Puede pagar 800 multas más. Y todo por una grabación que se filtró a la prensa, aunque jugadores, entrenadores y California entera supiera que Sterling era racista desde mediados los años 80 (en 1984 Sterling fue multado con 25 millones por mover los Clippers a Los Angeles… una multa diez veces más grande). 

Fuente: TIDES 2019. Elaboración propia.

Las cifras en el resto de departamentos tampoco mejoran mucho. En la actualidad hay menos head coaches (-3.3%) y assistant coaches (-2.6%) aunque es cierto que ha subido el número de GM/Presidentes (de 9 a 10) o el de vicepresidentes de las franquicias (3.9%). Sorprende que con más líderes negros, habría más entrenadores o athletic trainers de color pero de los nueve con el cargo (James Jones, Trajan Lagdon, Brian Wright, Scott Perry, Elton Brand, Troy Weaver, Marc Eversley, Koby Altman y Masai Ujiri) solo el de los Raptors toma la última decisión, aprieta el gatillo. El campeón, por cierto. 

Y si hacemos la comparativa entre gente blanca y negra en cualquier cargo en la NBA, solo jugadores y colegiados tienen una mayoría afroamericana. Aquí todos los datos, dónde podemos ver hay departamentos con una diferencia del 50 o 60 por ciento entre la raza del trabajador. Hay mucho espacio para la mejora en la liga más seguida entre la comunidad negra en Estados Unidos. Especialmente grave el agujero de radio y televisión, con la cantidad de ex-jugadores que entran a formar parte de las retransmisiones y sabiendo que estos representan un 75% de la liga.

El propio Masai Ujiri, en una entrevista con Adrian Wojnarowski, explicaba que no se imaginaba ser el único presidente de operaciones negro en la liga. «Tenemos que ser intencionales a la hora de contratar gente», decía, una frase que ha repetido hasta la saciedad. Y por ahora, la NBA no lo está haciendo. ¿Veremos un comisionado afroamericano cuando Adam Silver deje el cargo? Sería lo lógico, con Mark Tatum como número dos. Pero igual la NBA no está tan lista, al contrario que la WNBA por ejemplo.

Es una lucha que lleva años, generaciones incluso pero que se consigue día a día. Y por supuesto, a los cargos deben optar los mejores candidatos, pero el problema viene de antes. No son considerados para hacer el trabajo de scout que acaba con una oficina en una franquicia, o los famosos entrenadores asistentes «para tener buen ambiente en el equipo» que decía Ujiri. La NBA y Adam Silver pueden actuar, pueden hacer mucho más. Y con un poco de suerte, algún día llegar a ser como la WNBA, la mejor liga de Estados Unidos. 

Y casualidad o no, hoy lo han vuelto a demostrar.


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Recordad que todos los datos son de la temporada acabada, 2018/19 cuando los Raptors consiguieron el anillo. Si queréis acceder al reporte completo podéis hacerlo haciendo clic aquí.