A falta de NBA, de agencia libre interesante, de Summer League e incluso de baloncesto FIBA, las redes durante verano se han inundado de videos con jugadores entrenando. Jayson Tatum anotando 17 triples consecutivos, Mo Bamba jugando uno contra uno con Joel Embiid, Markelle Fultz con una nueva mecánica de tiro o Gordon Hayward entrenando sin límites. Todos tienen algo en común: los workouts eran siempre con Drew Hanlen.
¿Quién es Drew Hanlen? Fundador y director de Pure Sweat, Hanlen es un ex-jugador de baloncesto y a día de hoy, el mejor NBA skills coach según los propios jugadores. Un trabajador empedernido que consiguió, a base de muchísimas horas, convertirse en una referencia para las estrellas de la NBA. Esta semana ha pasado por el podcast de Alex Kennedy donde ha explicado su historia y ha analizado a los jugadores con los que trabaja actualmente.
¿De dónde sale Drew Hanlen?
Jugando en Webster Groves High School, en su natal St. Louis, Hanlen era un guard que soñaba con una beca de baloncesto en la universidad. Sin un físico prodigioso, solo el trabajo duro le podía abrir una puerta a college. Entrenaba antes de clase y, por supuesto, después: con el equipo y su rutina individual, hecha a medida. Así empezó su proyecto. Entrenando duro, una tarde el padre de un compañero le preguntó claro y directo: «Mi hijo no sabe como entrenar. ¿Podrías ponerlo a entrenar como tú y matarlo?». Eso, a 20 dólares la hora.
«Estaba en high school y me ofreció 20 por hora. Empecé a entrenar a este chico y en un par de semanas la gente en St. Louis ya me conocía. Otros chicos me preguntaron para entrenarles».
Sin futuro en el baloncesto tras la universidad, ese día se abrió una puerta dorada para Hanlen. Un billete que exprimió al máximo desde el primer día. Se decidió por Belmont donde despuntó como triplista y causó muchísimos dolores de cabeza a Rick Byrd –entrenador de la universidad por 19 años y más de 600 partidos– y el staff: como jugador NCAA no podía compaginar el ser amateur y tener un sueldo como entrenador de baloncesto. «Nunca se perdió ningún partido, pero tuvimos que apartarlo en muchas ocasiones; había mucha zona gris» aseguraba Byrd en 2013.
Por aquel entonces, en 2009 y como freshman, ya tenía en su agenda de clientes a jugadores de otras universidades: Cameron Biedscheid, Scott Suggs [actualmente en Italia], Anthony Booker o BJ Young. Todos originarios de Greater St. Louis. Pero la joya de la corona era Bradley Beal; antes de siquiera comprometerse con los Gators de Donovan, Beal ya entrenaba con Hanlen. Fue su primer gran nombre y a la vez, su gran proyecto.
Para 2011 añadió otros tres NBA prospects: Festus Ezeli, John Jenkins y Jeffery Taylor, todos ellos parte del Vanderbilt campeón de la SEC y elegidos en el siguiente draft [#30, #23 y #31 respectivamente]. Y tras tantas horas de trabajo y video, de entrenamiento personal con jugadores universitarios o de high-school, llegó la primera gran oportunidad.
«He visto todos los partidos de la NBA y he dividido y clasificado cada tiro anotado entre más de 1800 categorías. Puedo decir que lo he visto todo en ataque y en defensa».
David Lee, la puerta a la NBA
Con David Lee empezó su fama a nivel NBA. Original de Saint Louis, Lee descubrió las habilidades de Hanlen y le puso a prueba tras acabar su primera temporada con los Warriors [verano 2011]. Lee, por aquel entonces All-Star encontró en Hanlen la optimización de su ética de trabajo.
«Me envió 20 minutos de vídeo con cosas que tenía que mejorar. Es un completo yonki de la filmoteca. Personaliza cada entrenamiento y las cinco horas que paso en el gimnasio las dedico a algo que me va a mejorar de verdad».
En Belmont, durante los cuatro años que compaginó Pure Sweat y el baloncesto universitario, consiguió sacarse la carrera de entrepreneurship y desde el primer día aplicó el conocimiento a su metodología para mejorar a sus clientes. «Si las compañías usaban el DAFO* para hacer negocios, ¿porque no podía hacerlo yo con los jugadores?». Hanlen analizaba que fortalezas tenía un jugador y qué amenazas podía recibir de la competencia, entorno o de la defensa rival.
Su fama llegó hasta los despachos NBA: entrenadores, general managers y directores de personal llamaban a la oficina de Hanlen para preguntar sobre posibles jugadores de cara al próximo Draft. Preguntaban especialmente por dos cosas: ética de trabajo y proyección del jugador como profesional en la NBA. Respondía con videos y análisis estadísticos, demostrando con pruebas que sus métodos funcionan y que los clientes que pasan por sus manos mejoran. «Hoy en día todo el mundo tiene una opinión, yo tengo hechos y hablan por si mismos» decía el propio Hanlen.
Desde entonces, su negocio ha crecido exponencialmente: en la actualidad trabaja con algunos de los mejores jugadores de la NBA — Tatum, Hayward, Embiid, Wiggins o el mismo Beal — y proyectos de All-Star como los jóvenes Bamba, LaVine o Clarkson. Con algunos, los nativos de St. Louis, lo hace desde que tienen 12 o 13 años y confía en ellos más que en nadie: «creo que Tatum puede ser All-Star este mismo año».
Pero no solo con jugadores de primer nivel trabaja la empresa en la actualidad. En un día normal, Pure Sweat entrena con Solomon Hill, Meyers Leonard, Semi Ojeleye o futuros prospects como RJ Barret o Cam Reddish, dos más que candidatos a top-10 del próximo draft. ¿Cómo puede trabajar con todos ellos? A domicilio. En su primer año, Hanlen asegura haber dormido solo dos noches en casa cuando trabajaba desde St. Louis. Actualmente, la sede de Pure Sweat Basketball se encuentra en Los Angeles, donde realiza la mayoría de los entrenamientos.
¿Cómo valora a sus jugadores?
Hanlen, en lo que va de verano, ha trabajado con más de 20 jugadores NBA y con Alex Kennedy desgranó el trabajo sobre la mayoría de ellos. Para cada cliente se suele centrar en tres aspectos claves a mejorar o perfeccionar en el juego individual, pensando sobre todo en situaciones que puedan aplicar in game y no entrenamiento para la galería.
Embiid es uno de los clientes habituales con el que ha trabajado tres cosas: dominio al poste, anotar de manera consistente desde el triple «para que nadie pueda defenderle» y cuidar el balón en el perímetro. Sobre su compañero Fultz, Hanlen se mostró más precavido: «No puedo decir mucho, pero sí puedo asegurar que lo está haciendo muy bien. La gente cree que lo estamos escondiendo, pero no, solo estamos siendo estratégicos para no añadir presión sobre él».
Sobre el gran rival de los Sixers este año, los Celtics, Drew habla sobre Hayward y Tatum. Sobre el de Indiana asegura que ya entrena sin limitaciones y que para esta semana ya podrá jugar cinco contra cinco, por lo que ya están entrenando la creación del propio tiro, playmaking y juego al poste «pensando en el tipo de quinteto que puede usar Stevens». Con Tatum los objetivos son distintos, el tiro tras bote, entrar a canasta con contacto y la creación de juego. Además considera a Jayson uno de los tres jugadores con mayor IQ baloncestístico de todos los que ha trabajado.
Sobre los más jóvenes, explica como el objetivo de Bamba es «modelar el juego ofensivo al estilo de Joel Embiid» además de desarrollar un tiro lejano, y se deshace en elogios ante Reddish y RJ Barret: «Está brillando como nadie en pick-up games contra jugadores NBA y les puede ganar en uno contra uno sin ningún problema». Otro lottery pick alto que ha pasado por las manos de Drew Hanlen, el hombre de moda de la NBA.
Lee la entrada original en The Wing.